Rellenar, nutrir, alisar… las nuevas fórmulas ofrecen beneficios múltiples. A continuación, el dermatólogo Pablo González nos brinda una mini guía para saber cuál elegir.
Estas cremas buscan reproducir el efecto de la toxina botulínica: relajar los músculos que determinan las arrugas de expresión. Sin embargo (a diferencia de la toxina) las cremas sólo trabajan al nivel de la epidermis, sin llegar hasta el músculo. Una crema que proporcione este efecto debe incluir alguna de estas sustancias: adenoxinaTM, hexapéptidos, argilerine, dmae, vialox, myoxino.
Las cremas dirigidas al relleno de las arrugas y surcos de la piel, contienen en sus fórmulas ingredientes que atraen y retienen el agua. Esto permite recuperar el volumen perdido, buscando así producir el efecto de las inyecciones de colágeno o ácido hialurónico. Algunos cosméticos, a largo plazo, pueden estimular la regeneración celular para crear colágeno y que sea la propia piel la que rellene.
La piel y el sistema nervioso están íntimamente relacionados. Algunos neurotransmisores están involucrados en los procesos que determinan la irritación, enrojecimiento y envejecimiento de la piel. Las cremas “anti-estrés” contienen activos que relajan estos signos cutáneos.
El sol, la edad y la contaminación hacen que algunas proteínas y otros componentes de la piel sufran procesos de degradación oxidativa. La mayoría de las cremas antiarrugas contienen agentes antioxidantes que combaten a los radicales libres, responsables del envejecimiento de la piel.
Cuando la luz choca con una superficie irregular, produce sombras en los surcos y áreas más brillantes en las zonas más altas. Lo mismo sucede con el rostro: las arrugas se ven porque se producen zonas oscuras. Por eso, estas cremas utilizan pigmentos que reflejan la luz en distintas direcciones para eliminar las zonas de sombra.
En estas cremas están presentes agentes como la glicerina o el propilenglicol u otros similares, capaces de restituir el agua perdida por diferentes causas. Su función es, entonces, la de producir una revitalización de la piel humectando los sectores más resecos y devolviendo la humedad natural.
En estas cremas los principios activos son más complejos que en las humectantes. Contienen, por ejemplo, aminoácidos especiales, lactato de sodio, úrea y alantoina. Por lo tanto, los hidratantes (al igual que los humectantes) dan el agua que necesita cada piel pero, además, brindan una hidratación profunda.
Devuelven a la piel los elementos nutritivos que por distintos factores ésta ha perdido. Son más complejas que las humectantes y las hidratantes porque contienen diferentes compuestos que actúan previniendo la formación de líneas, arrugas y surcos, atenuando las existentes. Pueden ser:
- Nutritivas simples, que son a base de lanolina y aceites vegetales.
- Nutritivas complejas, cuando contienen sustancias activas como vitaminas, sales marinas, colágeno y otros compuestos que actúan removiendo las células muertas para mejorar la calidad de la piel.
Como su nombre lo indica, estas cremas intentan “reparar” los cambios que la piel sufre con el paso del tiempo. Actúan, por lo tanto, estimulando la creación de colágeno, alisando, reestructurando las células cutáneas, etc. Lo hacen a través de sustancias nuevas y precisas.
Rellenos de arrugas, sin cirugía
Hay una nueva generación de productos anti-age diseñados para tratar las arrugas desde las capas más profundas. Sus ingredientes son naturales: actúan reactivando las sustancias propias de la piel, que decrecen con el paso de los años. Conózcalos.
- Hidroxiapatita. Es una versión sintética de una sustancia presente en los huesos. Algunas cremas nutritivas la incluyen en su composición. Se indica para las arrugas del entrecejo y los surcos que van de la nariz al labio, para realzar el borde del labio o darle más volumen y para reparar la nariz o el mentón.
La hidroxiapatita puede inyectarse directamente debajo de las arrugas gruesas o surcos de la cara, logrando una atenuación que dura aproximadamente 2 años. La aplicación es simple y se realiza en el consultorio médico.
- Ácido hialurónico. Es una sustancia natural anti-envejecimiento, propia de la piel, que decrece con el paso del tiempo. Recientemente aparecieron cremas de día (que pueden usarse como base de maquillaje) y de noche que estimulan la producción de este ácido y se indican para reducir las arrugas.
La aplicación mediante inyecciones de ácido hialurónico que realiza el médico especialista, es un procedimiento sencillo y rápido que resulta más efectivo y tiene una duración aproximada de 8 meses.
- Ácido fólico. Es una vitamina que estimula la renovación de las células y protege el ADN de daños externos. Está incorporado en cremas de día, de noche y para el contorno de los ojos. Los resultados: brinda la humedad necesaria, dando una sensación agradable y fresca al rostro. Rejuvenece la piel y reduce las líneas del entrecejo, frente y patas de gallo.
Revista Buena Salud - Mayo 2011